Bueno chicos de todos es sabido que la zona Ebro en invierno, desde los meses previos a las grandes riadas que se producen y hacen la pesca casi imposible, son geniales para capturar grandes ejemplares de carpa. Sus orillas se despejan de gente y se crea una atmósfera de pesca especial, menos morralla y si a eso le sumamos Ribarroja, que para mi es un lugar como fuera del concepto "Ebro" como rio, hacen un coctel difícil de explicar, solo la gente que lo ha vivido y acude a esta cita sabe de que hablo. Tuvimos que prepararnos para el frio de verdad, ya que en este punto geográfico la temperatura baja mucho durante la noche y la actividad de los peces se reduce casi por completo a esas horas, por eso hay que mentalizarse. En pleno mes de diciembre mi chica y yo preparamos la escapada a estas aguas. Todo cuadró...el tiempo, fechas, aguas pescables... Hacía mucho frio, pero lo que hace la pesca difícil en este lugar es el famoso cierzo, que si te toca en estas fechas se convierte en un suplicio.
Salí de currar del turno de noche y de empalme viajamos a esta cuna del carp. A nuestra llegada flipamos, ya que a las 14,00h la temperatura máxima era de 3º. Si a eso le sumamos la niebla espesa, que hacía que apenas se viera a mas 15mt, era como un postal de peli de terror... pero con un encanto que realmente ponía los pelos de punta. Sacamos los permisos, preguntamos como andaba la zona y las noticias no eran buenas... ya que hacia mucho frio y estaban algo paradas.... Dimos varias vueltas por el coto, buscando una zona con algo de actividad... pero ver algo en esas fechas y de día, es bastante difícil. Al final nos decantamos por un puesto en la zona baja del coto, con arboles hundidos y poca profundidad.... se que choca, pero siempre me ha ido bien esas características en este lugar.
Montamos todo casi de noche... marcamos algún enganche.... y agotados, opté por sacar las líneas al paso con el barco esa noche, y esperar a la mañana siguiente a preparar bien los spots y cebarlos. El mercurio callo empicado, -4º grados marcaba cuando salimos a la primera picada y con una niebla de castillo de Drácula...mis manos sentían como lo que fuera clavado, pesaba y tiraba hacia dentro de forma firme sin ceder, pensé en un gato... pero como la perdimos en los enganches, nos quedamos con la ganas de saber que era. La noche paso sin pena ni gloria .... salvo que por la mañana, al recoger una de las cañas para recolocar, vi que el hilo estaba destenso. Empecé a recoger y noté que había pez que parece ser, se había quedado trabado en las ramas y quieto. Con suerte conseguí sacarla y llevar a la orilla una pequeña común de 9kg. Pensamos que todo iba bien... dos picadas sin forzar... prometía nuestra sesión.
Cebamos a conciencia de forma atractiva y que saciara poco... no echamos mucho pellet para evitar que entraran los siluros, la verdad es que cada vez que subo los uso menos ya que lo que busco son las carpas. Confío en otro cebos, muchos me dicen que no merece la pena complicarse, que use pellets y listo, pero claro...no me gustan nada y en las clavadas muchas veces se pierden algunos peces. De la otra manera, usando mixes y boilies, siempre me ha dado grandes resultados. Un mix de semillas (chufas, maíz, cañamón y algo de birdfood..), micros (maíz, picantes....), sal gorda, atún, frolic y boilies troceados tanto hechos harina como cortados, todo ello bien aderezado con los caldos de vital de CHUFA GLM, K12 y por supuesto el nuevo LIVER. De día preparamos las cosas para la noche... montajes, puentes, plomos y cebos. El frío se sentía cada vez mas, la niebla seguía y no se veía el sol... además, un aire del oeste, hacía que la sensación térmica fuera de bajo cero durante todo el día.
Callo la noche y con ella llegaron las picadas. Sacamos unos 6 peces sanos y fuertes...y perdimos otras 3 en los árboles. Los cebos reyes fueron el Liver y el K12... se los bebían, dando de lado cebos dulces y picantes. Ya sabíamos lo que querían asique se los serviríamos en bandeja.Durante el día aprovechábamos para activar nuestros spots y realizar las fotos de los peces que la noche pasada nos había proporcionado. Intentábamos estar entretenidos y moviéndonos ya que fue uno de los días mas duros de nuestra estancia... Toco cerrar los ovales y tirar de camping, para calentarnos un poco ya que mi chica lo estaba pasando realmente mal porque no vimos el sol desde nuestra llegada y el cuerpo no entraba en calor.
Para la siguiente noche, estaba todo listo. Hubo picadas y roturas, pero aun así sacamos 4 carpas y 3 "tontos", como los llamo yo, es decir, carpines. Me sorprende que con la cantidad de depredadores que hay, sobrevivan aun en estas aguas. El frío se metía y los peces lo notaron, causando un descenso en las picadas y en el tamaño. Aun así, por la noche el lago cobraba vida, era espectacular oírlos, a pesar de las temperaturas tan gélidas. Hablando con Lau, que no conseguía ni entrar en calor durante el día y empezaba a estar fría de verdad, decidí adelantar nuestra partida al lunes. Dado que iba a ser nuestra última noche y quería aprovechar al máximo, opté por un cebado que atrajera más aun a los peces y los mantuviera todo lo posible metidos en nuestros spots...
Por cada picada echaría boilies para fijarlos, porque hay que reconocer que estos animales comen mucho, incluso con las condiciones menos propicias. Esto hizo que no pudiéramos dormir, tal y como preveía... Tuvimos 10 picadas, de la cuales sacamos 8. Mi chica dio el callo y me volvió a demostrar lo que le gusta esto, metiéndose en el agua a cobrar peces, guiándose únicamente por los chapoteos, ya que la niebla y la luz de los leds hacia imposible ver a más de 2mt. Realmente me dejo alucinado, porque muchos me habrían cagado en esas condiciones. Cuando amaneció empezamos a recoger y por supuesto a inmortalizar, con algunas fotografías, las mejores capturas.





Yo soy amante del frío, me gusta esa paz que se respira y los peces que salen. En esta zona dicen que las carpas son feas y peces de segunda. He de reconocer, que los colores que tienen en esas fechas, como veis en las fotografías, hacen que el Tajo u Orellana quieran firmar por esos ejemplares.
Además, de todos es sabido que Mequi es al revés del resto de España, la influencia del gato es altísima, y al moverse menos, hace que las carpas aprovechen para comer y conseguir pesos de miedo. Eso si, hay que ir preparados y con la idea de sufrir y pasar algún rato malo, que se te va de la cabeza cuando estas en plena lucha a oscuras con la niebla rodeándote.. no se.. no lo cambio por nada. Una vez ya cargados y listos para el viaje, invite a mi chica a comer en un restaurante ya calentitos, porque se lo merecía y partir luego rumbo a Madrid, pensando en volver claro esta ( no tardamos mucho) porque Mequi engancha y sus damas en la niebla aun mas. Un saludo y buena pesca.
